ALABANZA CON MARÍA EN P. SAN MARTÍN, DE CABEZÓN DE LA SAL

Con la Virgen,  una oración de alabanza e intercesión ante el Señor por esta Parroquia, especialmente por los enfermos, presentes, familias e intenciones.

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Le entregamos el Corazón a la Madre.  Nos confiamos a Ella.

Y le decimos a María (todos):    "Toma Virgen pura nuestros corazones,  no nos abandones, jamás, jamás". Y también …

 "María,  Madre de Dios y de la Iglesia, Madre nuestra,  concédenos entrar en el misterio de tu fe y de tu alabanza y percibir el amor y ternura con que nos miras"

Pedimos a la Virgen que  interceda para que venga a nosotros  el Espíritu Santo: 

Ven Espíritu Santo,  llena los corazones de tus fieles,  y enciende en ellos el fuego de tu Amor. Envía tu Espíritu Señor y todo será creado y renovarás la faz de la tierra.

Nos encomendamos   a nuestros  Intercesores: S. José , S. Juan Pablo II y Sta. Faustina Kowalska . Y al  Patrono de esta parroquia San Martín.

 

La Virgen nos lleva a su Hijo Jesús,  que nos dice en el Evangelio:

"Venid a Mi los que estáis cansados y agobiados,  que Yo os aliviaré."
                        
- Rezamos la Coronilla de la Misericordia…
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén. 
Padre Nuestro, Ave María y Credo. 
"Padre Eterno, te ofrezco el Cuerpo y la Sangre, el Alma y la Divinidad de Tu amadísimo Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, como propiciación por nuestros pecados y los del mundo entero."
 Por Su dolorosa Pasión… R/ Ten Misericordia de nosotros y del mundo entero
"Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal,  ten Piedad  de nosotros y del mundo entero."
"Oh Sangre y Agua que brotaste del Corazón de Jesús como una  fuente de Misericordia para nosotros, en Ti confío".
Oración Final (opcional): "Oh Dios Eterno, en quien la misericordia es infinita y el tesoro de compasión inagotable, vuelve a nosotros Tu mirada bondadosa y aumenta Tu misericordia en nosotros, para que en momentos difíciles no nos desesperemos ni nos desalentemos, sino que, con gran confianza, nos sometamos a Tu santa Voluntad, que es el Amor y la Misericordia en sí mismos. Amén" 
Una  Salve a la Madre. 
Y con la Madre de la Misericordia seguimos nuestra Alabanza:
 

Contemplamos la   misericordia del Señor  en el siguiente  canto que nos habla de su  Corazón,  traspasado por amor:

Hay un Corazón que mana

Hay un corazón que mana, que palpita en el Sagrario,  

un Corazón solitario,  que se alimenta de amor.

Es un Corazón paciente,  es un corazón amigo,

el que habita en el olvido,  el Corazón de tu Dios.

Es un Corazón que ama,  un corazón que perdona,

que te conoce y que toma de tu vida lo peor.

Que comenzó esta tarea una tarde en el Calvario

y que ahora desde el Sagrario tan sólo quiere tu amor.

Decidle a todos que vengan a la fuente de la vida,

que hay una historia escondida  dentro de ese Corazón.

Decidles que hay esperanza, que todo tiene un sentido,

que Jesucristo está vivo, decidles que existe Dios. (bis)

Con  la intercesión de la Bienaventurada  Virgen María,  salud de los enfermos,  y con confianza,  nos abandonamos  y   ponemos nuestros enfermos y enfermedades,  problemas y tristezas,  en el Corazón de Jesús,  con la siguiente  oración que rezamos todos:

 Oh Corazón de Amor, en Ti pongo toda mi confianza, pues todo lo temo de mi fragilidad,  más todo lo espero de tu bondad. En tu Corazón confío,   míralo todo,  haz lo que tu Corazón te diga,  Jesús mío,  yo cuento contigo,  yo me fío de Ti,  yo descanso en Ti,  yo estoy seguro/a  en tu Corazón.

Para Dios nada hay imposible,  hemos de  confiar en su poder. Y Él nos da la fortaleza necesaria especialmente  en los momentos difíciles de la vida.

Con Jesús y María, y en el Espíritu vamos al Padre

Es importante y necesario alabar y dar gracias al Señor.

Alabaré

Alabaré, alabaré, alabaré, alabaré, alabaré a mi Señor (bis)

Juan vio el número de los redimidos, y todos alababan al Señor,
unos cantaban, otros oraban, y todos alababan al Señor.

Alabaré, alabaré, alabaré, alabaré, alabaré a mi Señor.  (bis)

 

Le damos gracias al Padre por su amor, misericordia, por la vida, la fe, la Iglesia, la familia… por todo.

OFRECIMIENTO 

(Nos dice San Juan Pablo II en su Documento Pontificio Dolor que salva: “Cuando una persona une a la Pasión de Jesucristo un sufrimiento, este se transforma en una partícula de valor infinito”-    Y el Papa  Pío XII recuerda en la Encíclica Del Cuerpo Místico de Jesucristo las palabras de San León Magno: “Cuando unimos nuestros sufrimientos a la Pasión de Jesucristo, nuestros cuerpos por el Bautismo, son transformados en carne de Jesús crucificado, que salva almas, por tener un valor infinito”. Y la Sagrada Escritura nos dice que “salvar un alma es salvarse a sí mismo”,  de ahí la importancia de ofrecerlo todo al Padre  Celestial  unidos a su Hijo Jesús). Lo que hacemos con la siguiente oración:

Oración de ofrecimiento al Padre Celestial con Jesús y María. (Todos)

Padre, aceptamos y te entregamos nuestro pasado, presente y futuro, para colaborar con el sacrificio redentor de tu Hijo Jesucristo, y en reparación de las ofensas que reciben los Sagrados Corazones de Jesús y de María.

Te ofrecemos tanto las alegrías como las penas, trabajos y enfermedades.

Y todas las cosas que hemos hecho bien y en ayuda de los demás.

Asimismo te presentamos nuestra debilidad humana, invocando a tu gran misericordia que siempre olvida y perdona; nosotros acudimos a Ti con un corazón arrepentido, y con voluntad sincera de no ofenderte más.

Te damos gracias por tu amor,  dones y bendiciones.

 Por la vida y las personas queridas y tantas otras que has puesto y pones en nuestro camino,  que vienen en nombre tuyo para ayudarnos.

Todo nuestro amor para Ti, Padre Bueno, Padre Santo. ¡Bendito y Alabado seas!. Amén.

INTERCESIÓN

 

         Presentamos nuestras peticiones al Padre,  en nombre de Jesús.

Nos dice Jesús en el Evangelio de San Juan:  “Todo lo que pidáis al Padre en mi Nombre os lo concederá

 

En nombre de Jesús,   te pedimos Padre por los enfermos de esta parroquia,  por los enfermos  y ancianos  de los hospitales (…………….)   y residencias (…………….)   por los afectados por la pandemia,     y por todos los que te traemos hoy ..

 

♫Ave María♫

 

(Mientras se escucha el Ave María,  cada persona pide en silencio al Señor,   por los enfermos que tiene en su corazón)

 

En la vela que vamos a poner junto a tu Corazón,  la vela de la confianza,  de la esperanza, que queremos encender en tu Luz,  los ponemos en  tu Corazón. 

 

Tú eres el eterno presente y Tú los conoces.

Te pedimos que tengas compasión de ellos,

y que se renueve su fe y confianza en Ti

Que vean que estás vivo en tu Iglesia hoy.

Te lo  suplicamos, Señor

 

Padre, ten compasión de los que sufren en su cuerpo,

de los que sufren en su corazón.

de todos nosotros.

Confiamos en lo que Tú harás  con la fuerza del Espíritu renovador.

Ten compasión, te lo suplicamos Padre, te lo pedimos.

 

Padre, bendice a nuestros enfermos, que su fe y esperanza  crezcan y se vayan abriendo a las maravillas de tu amor, para que también ellos sean testigos de tu poder y compasión.

Te lo pedimos, por  Jesús, por el poder de sus santas llagas,

Por su santa Cruz y por su Preciosa Sangre.

Sánalos Señor.  Sánalos en su cuerpo, sánalos en su corazón,

sánalos en su alma. Dales vida y vida en abundancia.

 

Te lo pedimos por intercesión de María Santísima, la Madre de tu Hijo y Madre nuestra, la Virgen de los Dolores. Que Él nos dio  por Madre al pie de la Cruz.

 

Jesús  nos ha revelado, que ya ha tomado sobre Él, todas  nuestras dolencias y que por sus santas Llagas hemos sido curados. Hoy Señor,  te presentamos en fe a todos los enfermos que nos han pedido oración, te pedimos que los alivies en su enfermedad,  les des fortaleza, también a sus familiares y amigos, que les des la salud.

 

 Protege  en tu Corazón y  derrama  tu misericordia sobre esta parroquia,  sobre la/las residencias de ancianos…   sobre el/los hospitales …., sobre los que sufren en el cuerpo y en el alma.  Por todos los que trabajan en los hospitales y residencias,  capellanes,  trabajadores y voluntarios .// Te pedimos también por la Iglesia y sus necesidades,    por el Santo Padre y sus intenciones,  por el Párroco y sacerdotes  de esta parroquia,  por todos los  sacerdotes, almas consagradas y misioneros, y  para que haya muchas vocaciones //  Por los que sufren persecución a causa de la fe,  y por nuestras parroquias,  que sean comunidades vivas,  unidas en fe y amor//. Por la vida y las familias,  por España,  por las almas de nuestros difuntos,  y para que haya paz y alegría en el mundo. // Te pedimos por todos los consagrados a María,  y que haya muchas consagraciones a su Corazón Inmaculado.//  Por Alabanza con María, y todos los que participan. //  Y por  todos los que estamos aquí reunidos en tu Alabanza,  familias  e intenciones,   que   ponemos en el Corazón de Jesús y en el de María.

 

Y te pedimos por el fin de la pandemia.  Ten piedad del mundo Señor, ten piedad de nosotros.

 

 Y que el Espíritu Santo,  que guió a Jesús,  sea guía y fortaleza de todos,   para que ahora y siempre podamos ser  testigos de tu amor   y   tu Reino siga extendiéndose más y más en los corazones, a través de los signos y prodigios de tu amor, para gloria de tu Nombre.

 

¡Gloria y alabanza a Ti Señor!

 

 

Unidos a Jesús y a María,   todo lo presentamos  al  Padre, en un PADRENUESTRO

 

Padre nuestro, que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre, venga a nosotros tu reino,
hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo.

Danos hoy nuestro pan de cada día, perdona nuestras ofensas,
como también nosotros,  perdonamos a los que nos ofenden,
no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal.  Amén.

 

Todos somos llamados  a  ser   testigos  y sembradores  de  paz  y  de la alegría de la esperanza.   Para llevar la luz de Jesús al mundo. Como nos dice la siguiente canción:

Enciende una luz 
Enciende una luz,  déjala brillar, la  luz de Jesús que brille en todo lugar.// No la puedes esconder, no te puedes callar, ante  tal necesidad,  enciende una luz en la oscuridad. //   Enciende una luz……

 

Con la  Madre  rezamos su MAGNIFICAT..

Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador; porque ha mirado la humillación de su esclava.

Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí: su nombre es santo, y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación.

El hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de corazón, derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes, a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos.

Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia -como lo había prometido a nuestros padres- en favor de Abrahán y su descendencia por siempre.  Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo…

 
Y de manos de la Madre, en su escuela maternal de amor,   con su protección y unidos bajo su manto y llenos de  esperanza porque  Ella siempre está y  estará  con nosotros,  seguimos el camino. 

CANCIÓN A MARÍA

Ven con nosotros al caminar

Mientras recorres la vida tú nunca solo estás,
contigo por el camino, Santa María va.

VEN CON NOSOTROS AL CAMINAR,
SANTA MARÍA, VEN. / (2)

V. Ave María Purísima…. R. Sin pecado concebida.

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